¿Quién Inventó el día del libro? Vicente Clavel.
Vicente Clavel Andrés (Valencia, 1888 - Barcelona, 1967), escritor, traductor, periodista y editor valenciano afincado en Barcelona, se dedicó a la difusión de la cultura a través de los libros en la cámara oficial del Libro de Barcelona. Promotor de autores hispanoamericanos y creador del día del libro en 1926, inspirado en Miguel de Cervantes y su libro Don Quijote de la Mancha, no pudo negar la enseñanza y acceso universal a la cultura. Toda una personalidad en cuanto a los libros en España se refiere.
Vicente Clavel contribuyó con sus ideas quijotescas, que pretendían el acceso universal a la cultura a través de los libros, a que hoy, casi todas las personas hispanoamericanas puedan visitar bibliotecas y adquirir libros sin dificultad. A todos y todas nos ha influido en mayor o menor medida el Decreto del Día del Libro de 1926 (Véase más abajo). Los años 20 del pasado siglo fueron momentos difíciles para divulgar la cultura, instaurar un decreto de fomento de la lectura requería de habilidades personales y sociopolíticas, luchar contra molinos de viento, visitar palacios, amar a doncellas,... sabemos que la obra de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, ayudó al buen amante de la literatura Vicente Clavel a conseguir su propósito, y así lo hizo, aunque Vicente no estuvo solo en esta andadura, las rosas de Sant Jordi - San Jorge le ayudaron a consolidar la fiesta. Contó también con la imprescindible simpatía y apoyo de los escritores, editores, libreros, bibliotecarios, lectores y personajes singulares de la época.
En el siglo XXI leer es un hábito al alcance de todos, también es habitual visitar una biblioteca en casi cualquier pequeño pueblo del mundo, no así a principios del siglo XX, y tampoco hoy en día en lugares de África. El Día Mundial del Libro mantiene el espíritu de difundir el acceso universal a la cultura a través de los libros, y a su vez, rinde homenaje a los autores de todo el mundo y "alenta a los más jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y respetar la irreemplazable contribución de los creadores al progreso social y cultural".
Documentos y Referencias en esta página:
- Consideración del libro. Autor: Guillermo Díaz-Plaja (Escritor)
- La edición popular en España. El caso de la editorial Cervantes. Luis Miguel Lázaro (Profesor Titular del Departamento de Educación Comparada e Historia de la Educación de la Universidad de Valencia)
- Biografías de traductores: Vicente Clavel Andrés (Universidad de Alicante)
- ¿Sabías que… el creador del Día del Libro fue Vicente Clavel? Ministerio de Cultura y Deporte - Gobierno de España
- Real Decreto del Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria. BOE (Día del Libro 1926)
- Mensaje de elogio y defensa de la lengua catalana que los escritores castellanos de Madrid han entregado al Presidente del Gobierno militar de España. 1924.
- Fotografías de Vicente Clavel Andrés.
MEMORIA DE VICENTE CLAVEL
CONSIDERACION DEL LIBRO Firmado por: Guillermo Díaz-Plaja
Quisiera remediar, bien que tardíamente, el grave pecado de omisión contraído por cuantos, de cerca o de lejos, nos sentimos ligados a la política del libro, para así, de alguna manera, rendir homenaje a una personalidad cuya devoción hacia el quehacer bibliográfico le llevó, entre otras muchas iniciativas, a promover en España la festividad del Día del Libro, que tiene ya medio siglo de existencia.
Pecado tanto más grave por cuanto arraigada esta conmemoración y traducida a un creciente éxito dinerario parece exigir de modo imperativo que quien de tal promoción tuvo la primera propuesta obtenga su irremediablemente tardío recuerdo. Porque quien, en 1926, llevó a término esta excelente idea festival del libro ya no está con nosotros.
Don Vicente Clavel, en efecto, murió hace cuatro años en Barcelona, ya octogenario, pero todavía cargado de ilusiones en el campo cultural. Será, pues, únicamente su memoria la que reciba lo que aparecerá como póstumo, pero exigible homenaje.
Don Vicente Clavel Andrés nació en Valencia en 1888. Estudió en su ciudad natal la primera enseñanza, pero no alcanzó grado universitario. Fue toda su vida un obstinado autodidacta que leyó, en la biblioteca paterna, sus primeros clásicos; y en las estanterías de libros de su madre, las primeras novelas sentimentales. Ello dio a sus comienzos intelectuales un curioso matiz clásico romántico, cuyas huellas seguiremos a lo largo de su vida. De esta etapa formativa proceden también sus primeros fervores idealistas en la política, su voluntad de servir al pueblo, mejorando su espiritualidad. En 1902, contando sólo catorce años, Felix Azzati le nombra redactor de El Pueblo. Se incorpora, pues, al fervor revolucionario y juvenil que ponía incandescente la palabra briosa de Vicente Blasco Ibañez, de quien fue amigo, admirador y correligionario.
Pero bien pronto la política dejó de ser su actividad predilecta y, abandonando el periodismo, inició la tarea vocacional de su existencia, fundando, en Valencia, en la calle Hernán Cortés, núm. 8, la Editorial Cervantes. Corre el año 1916. El nombre de la editorial nos da su proclividad a los valores fundamentales de la cultura; sus primeros títulos, publicados en lo que llamó "Serie Apassionatta", son La Princesa de Clèves, de demoiselle de Lafayette, y Adolfo, de Benjamín Constant, ambos traducidas por Clavel, que pone a la segunda un excelente prólogo. Es, pues, algo más que un editor: es un intelectual que explica a sus lectores las razones de una preferencia traducida a actividad empresarial. Entre tanto, bate la guerra los campos de Europa, y una serie de textos traducidos acredita la devoción del editor por la causa de los aliados; por la causa de la Europa liberal.
En 1918, Vicente Clavel toma la decisión más importante de su vida profesional: se traslada a Barcelona e instala su Editorial Cervantes en la Rambla de Cataluña, número 72. Antes ha realizado algunos viajes, de los que hablaré luego. En la Ciudad Condal traba relación con un notable poeta, Fernando Maristany, e inicia, en colaboración con él, su gran serie de poesía, con traducciones de los grandes poetas extranjeros. Los jóvenes se encuentran, de pronto, en tomitos pulcros y económicos, los poemas de los autores más prestigiosos de la lírica universal. Y entretanto ha tenido lugar una toma de contacto de singular importancia. En agosto de 1916, con ocasión de sus viajes a Barcelona, conoce en el jardín del Ateneo barcelonés a un personaje cuya presencia le emociona y le cautiva: es el gran escritor uruguayo José Enrique Rodó. Vicente Clavel siente por este maestro una devoción sin límites, porque él es también un discípulo de "Ariel", un romántico de los valores afirmativos de la belleza y de la bondad. Clavel será editor de Rodó en España. Reeditará su libro inicial Ariel y El mirador de Próspero, y obtendrá la edición del libro que ha de construirse con las crónicas que el escritor está enviando a la revista Caras y Caretas, de Buenos Aires. Rodó considera esta decisión de Vicente Clavel como la mayor satisfacción que le ha proporcionado su viaje a Europa. Acaso la única. Rodó es un vencido, porque está enfermo de cuerpo y del alma, muriendo tristemente pocas semanas después en un hospital de Palermo. Clavel tendrá que recoger ese libro póstumo, hecho con sus colaboraciones periodísticas, y habrá que inventarse un título para su edición: El camino de Paros. Entretanto, su actividad editorial va creciendo; dos metas le mueven y le atraen: la espiritualidad de los temas y la calidad del lenguaje. Es un cervantino y un moderno, y goza descubriendo a jóvenes poco valorados que, como Alfonso Nadal, le ofrecen, con su novela Místico amor hermano, primores estilísticos que le aproximan a su admirado paisano levantino Gabriel Miró.
Pero la actividad editorial de Vicente Clavel en Barcelona coincide con un excelente momento de ascenso y de empuje. Los editores barceloneses, herederos de una excelente capacidad de perfección y de industrialización de las empresas de fin de siglo -- L´Avenç, Salvat, Espasa, Maucci, Henrich, Guarro, Montaner y Simón--, se aprestan a organizarse para la promoción y la proyección conjunta de nuestros libros en el camino de América. Hombres como Gustavo Gili, Mariano Viada, Rubió y Lluch, Miguel y Planas -- en contacto con la Casa de América, que dirigen Federico Rahola y Rafael Vehils-- constituyen, en 1918, la Cámara del Libro de Barcelona, que enseguida encuentra un tomavoz en la Cámara del Libro de Madrid. En 1922, por un decreto de José Sánchez Guerra, se declaran oficiales. En 1925, por un decreto de Eduardo Aunós, se funden en un Comité del Libro, patrocinado por el Ministerio de Trabajo. El libro se convierte en preocupación del Estado.
Pues bien: al lado de estos apellidos ilustres, en la Cámara del Libro de Barcelona aparece fervorosa e insistentemente una figura: la de Vicente Clavel. Nuevo en el ejercicio profesional, carente de vinculación industrial en Barcelona, casi recién llegado y de edad muy joven, este hombre magnífico pasa a ser, desde el primer momento, fuerza clave en la Cámara barcelonesa. Se le ve ya en todas partes: destacado en la redacción de la Revista Bibliográfica, que empiezan a publicar ambas Cámaras; delegado para el Comité de Madrid; pieza de relación con la Casa de América; factor máximo del primer Catálogo de catálogos, que, con prólogo suyo, ve la luz en 1925, como dice, "resultado de un acto colectivo que hace unos años, muy pocos, no hubiera podido realizarse. Es un fruto sabroso de aquel tierno arbolillo que plantamos en 1918 con manos amorosas para fundar la Cámara Oficial del Libro".
En 1923, Vicente Clavel, que cuenta con treinta y cinco años de edad, es elegido vicepresidente primero de la institución. Sus actividades se multiplican.
Y es en este momento cuando pone en órbita su ilusionada y terca iniciativa. En 1923, la "Memoria" de la Cámara trae una primera noticia: "DIA DEL LIBRO ESPAÑOL: Otra iniciativa de nuestro consejero don Vicente Clavel. Dedicar un día de cada año a celebrar la Fiesta del Libro Español. Este simpático proyecto pasó a estudio de la correspondiente ponencia y está pendiente de examen".
En la junta de la Cámara de 25 de febrero de 1925 reitera su proposición. En 1926 su sueño es una realidad. El ministro de Trabajo, un catalán ilustre, don Eduardo Aunós, pone a la firma de S.M. el rey el decreto creando el Día del Libro. Hoy sabemos, por declaraciones del propio Clavel, a un periodista, en 1967, que la redacción del decreto es obra suya. Vale la pena reproducirla, porque es el producto de un amor sin límites, mezclado a una noble retórica muy considerable.
La edición popular en España. El caso de la editorial Cervantes / L'Edició popular a Espanya. El cas de l'Editorial Cervantes Notes
Materias: | Edició - Espanya - Història - S. XX Clavel Andrés, Vicente Editors - Espanya - S. XX Editorial Cervantes Notes |
Nombre de la revista: Educació i Història : Revista d'Història de l'Educació Volumen: 22 (julio-diciembre 2013) Año de edición: 2013 Número de páginas: P. 33-63 |
Autor/a: Lázaro, Luis Miguel |
RESUMEN
El editor, traductor y escritor valenciano Vicente Clavel Andrés, durante años periodista en El Pueblo de Valencia con Félix Azzati, y conspicuo activista republicano antes de dedicarse al negocio editorial, es, probablemente, conocido en la historia de la edición en España, sobre todo, por haber conseguido sacar adelante con empeño personal desde 1922 su iniciativa de establecer en el país de manera oficial un Día del Libro, que por fin encuentra acogida gubernamental en febrero de 1926. Sin embargo no es menos destacable su tarea profesional y cultural con la Editorial Cervantes hasta entrados los años sesenta. Clavel inicia, muy joven, en Valencia su andadura como editor en 1916 tomando sin duda como modelo inicial de editorial popular la Editorial Prometeo e Vicente Blasco Ibáñez y Francisco Sempere. No obstante, construirá pronto un modelo propio para sobrevivir comercialmente hablando. Trasladada su actividad comercial editora a Barcelona, mantendrá siempre con su ciudad natal un estrecho contacto tanto profesional como ciudadano. Vicente Clavel tendrá un importante grado de implicación personal-profesional con su empresa por medio de su labor como traductor, prologuista, o incluso escribiendo él mismo algunas obras.
PALABRAS CLAVE: Vicente Clavel, Editorial Cervantes, editorial popular.
Leer Artículo completo en:
- Institut d'Estudis Catalans: http://publicacions.iec.cat/repository/pdf/00000202/00000037.pdf
- Raco.cat https://www.raco.cat/index.php/EducacioHistoria/article/view/280380
Biografías de traductores: Vicente Clavel Andrés - web.ua.es - Universidad de Alicante
Vicente Clavel Andrés (1888-1967). España
Perfil biográfico. Escritor, periodista, editor y traductor valenciano, fundador de la Editorial Cervantes y creador de la idea de instituir el Día del Libro. Su obra como escritor y traductor es muy amplia, así como su encomiable labor de promoción de autores hispanoamericanos, sin embargo es más conocido por haber sido el promotor de una idea comercial para incrementar la venta de libros y que se plasmó a través de un Real Decreto (26/02/1926), cuyos quince artículos fueron redactados por él, sancionado con la firma del rey Alfonso XIII.
Leer Biografía completa en:
- Universidad de Alicante: https://web.ua.es/va/histrad/documentos/biografies/vicente-clavel.pdf
¿Sabías que… el creador del Día del Libro fue Vicente Clavel? Ministerio de Cultura y Deporte - Gobierno de España
Aun en el mundo del libro, si mencionamos la figura de Vicente Clavel Andrés es muy probable que pocos sepan de quién estamos hablando. Este escritor y editor valenciano (amén de traductor y periodista) sigue siendo un desconocido pese a haber dedicado su vida a difundir la cultura a través de ese fascinante artefacto material llamado “libro” que tanto amor nos suscita. Y es que don Vicente es el creador del día que reconoce los méritos como difusor del conocimiento de ese objeto precioso, ¡el Día del Libro (que, por cierto comenzó siendo el Día del Libro Español).
Fascinado por la figura de Cervantes, defensor a ultranza del acceso universal a la cultura, a él le debemos la promoción quijotesca y exitosa del Decreto del Día del Libro que en 1926 daría un auténtico espaldarazo al fomento de la lectura. Capaz de conjugar simpatías entre creadores, agentes del libro (editores, libreros, impresores), bibliotecarios y lectores (no sólo de la península, sino de toda Hispanoamérica), su convicción –probada décadas después- de que el hallazgo del placer de la lectura va ligado al progreso social bien merece el pequeño homenaje que aquí hoy le rendimos.
Aunque por azares del destino él no pudo completar el ciclo completo de estudios – y quizás por esto mismo fuera un firmísimo defensor de la importancia de la enseñanza- sus maestros fueron los libros mismos. El autodidactismo que propiciaría la biblioteca de sus padres, sus lecturas políticas y sociales y el contacto con figuras ilustres de la época (como Vicente Blasco Ibáñez, José Enrique Rodó o Fernando Maristany) perfilarían su pasión por las letras, que le llevaría a fundar en 1916 la Editorial Cervantes. Editor con auténtica vocación de servicio a sus lectores, traducirá él mismo algunas de las obras que elegirá publicar, selecciones siempre en consonancia con los valores románticos de bien, belleza y bondad: jóvenes talentos, poesía universal, arengas contra la guerra europea...
Y la magia del kairós: el auge simultáneo de otros editores barceloneses (Salvat, Espasa, Gustavo Gili, Guarro, etc.), la constitución de la Cámara del Libro de Barcelona –y luego de Madrid-, así como la posterior fusión de ambas en el Comité del Libro, hacen que la cultura, más que nunca, se convierta en un asunto de Estado. Y allí está Vicente Clavel: redactor en la Revista Bibliográfica de ambas Cámaras, delegado para el Comité, defensor de nuestra ligazón con los hermanos hispanoamericanos en la Casa de América…
En 1923 Vicente Clavel, que ha visto fructificar sus esfuerzos, ve consolidarse su iniciativa más ambiciosa: la Memoria de la Cámara hace público que “está pendiente de examen” su propuesta de “dedicar un día de cada año a celebrar la Fiesta del Libro Español”, una proposición que la Cámara respaldará en 1925 para lograr que, en 1926, de la mano del ministro de Trabajo don Eduardo Aunós, el rey la convierta en real decreto (decreto, por cierto, cuya redacción es obra del propio Vicente Clavel).
Para nuestro personaje, el libro es capaz de todas las bondades (y no podemos estar más de acuerdo): el libro logra difundir y expresar “el pensamiento, la tradición y la vida” de los pueblos, abre “cauces de expansión” a las generaciones hermanas y, a la vez, que es capaz de dar “impulso espiritual y espiritual” y de servir de “enlace de ideas, sentimientos y creencias”.
¿Y qué día mejor para celebrar todas estas ocurrencias? “La perdurable fecha del natalicio del inmortal Cervantes”.
¿A qué día nos referimos?
En su origen, el Día del Libro se celebró por primera vez el 7 de octubre, fecha del supuesto nacimiento del autor de El Quijote, don Miguel de Cervantes. Fue don Vicente Clavel (convencido cervantista y paladín de causas nobles) quien conseguiría -tras elevar una propuesta a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona-, que el rey Alfonso XIII aprobase y firmase el real decreto que estipulaba que dicha fiesta se celebraría cada 7 de octubre.
Pero las dudas razonables sobre la verdadera fecha en la que nació Cervantes -junto con algunas críticas de miembros del sector del libro que veían en octubre un mes poco grato para hacer que las calles bullesen con festejos literarios-, llevaron a que la celebración no durase siquiera un lustro en su emplazamiento original en el calendario.
En 1930 la fiesta cambiaría definitivamente: la primavera comenzó a acompañar a las festividades y el 23 de abril se instituyó como la fecha elegida. ¿Por qué? Entonces se adscribiría el origen de esta elección a que era la fecha (supuesta) del fallecimiento de Cervantes, aunque hoy sabemos que don Miguel falleció el 22 de abril y que el 23 es la fecha de su enterramiento (que, a menudo -por quedar éste consignado por escrito-, se utilizaba como fecha de defunción).
Más tarde, a esta fecha se sumarían dos fallecimientos literarios: el del Inca Garcilaso de la Vega (tampoco probado con total exactitud, aunque se estipula que falleció entre el 22 y 24 de abril de 1616) y el de William Shakespeare (aunque este día, computado en el isabelino calendario juliano, correspondería en el gregoriano al 3 de mayo). Y tiempo después se se sumarían las efemérides de nacimiento o muerte de otros autores, como Josep Pla, Nabokov o Wordsworth, rindiendo homenaje, a través de ellos, a todos los autores.
Pero volviendo sobre nuestros pasos diremos que la fiesta, ya desde los años treinta, tenía como plato fuerte la publicación de novedades y la organización de actos de firmas de ejemplares con autores, dos características de la celebración tal y como la conocemos hoy en día.
El gobierno español se volcaría con difundir esta conmemoración, que enraizaría particularmente en ciudades universitarias y especialmente en Barcelona, donde la fecha coincide con la Diada de San Jordi. Bajo este patronazgo surgiría la tradición hoy día tan difundida de intercambiar libros y rosas.
A esto hay que sumar que, en nuestro país, el 23 de abril es también el día de la entrega anual del mayor galardón en lengua española: el Premio Cervantes, instituido en 1976 y concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte.
Y, como colofón, decir que ya en épocas más modernas, fue la Unión Internacional de Editores quien acordó proponer esta fecha primaveral a la UNESCO para festejar una fiesta que, dedicada a las letras, celebrase la cultura y la propiedad intelectual, quedando fijada en 1995 como “Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor”.
En palabras de la propia UNESCO, este día conmemora “la más bella invención del ser humano para el intercambio de ideas más allá de las fronteras del espacio y el tiempo” y las iniciativas que de él se derivan suponen “una fuente de inspiración en nuestra labor colectiva en defensa de la diversidad editorial, la protección de la propiedad intelectual y el acceso en condiciones de igualdad a la riqueza de los libros”.
En 1996 la UNESCO dio un nuevo espaldarazo a la promoción del libro al designar un reconocimiento a nivel mundial: cada año se designaría una “Capital Mundial del Libro” pensando en destacar la labor de un enfoque concreto de fomento de la lectura, impulso de la industria editorial y difusión del libro.
© Ministerio de Cultura y Deporte - Gobierno de España
Leer Artículo completo en: https://www.culturaydeporte.gob.es/cultura/areas/libro/mc/dia-libro/presentacion/2022/dia-libro-derecho-autor/sabias-que.html
Celebración oficial día del libro en España 1926
Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria
Exposición
Señor: Es el libro español sagrario imperecedero que difunde y expresa el pensamiento, la tradición y la vida de los gloriosos pueblos hispanoamericanos y plasma o perpetúa las concepciones del genio de la raza, vigorizando sus energías espirituales y abriendo cauces de expansión al vínculo más indestructible de muchas generaciones hermanas. Y para enaltecerlo como guardador de las esencias, de las virtudes y de la cultura hispana, dándole impulso espiritual y material, como medio también de fecundo enlace de ideas, sentimientos y creencias, propone el Comité Oficial del Libro del ministerio de Trabajo, Comercio e Industria que se instaure en España la fiesta anual del libro español en la perdurable fecha del natalicio del inmortal Cervantes.
Ninguna obra ha de ser más grata a este Gobierno que la de acoger tan hermosa iniciativa, que coincide con los anhelos de V.M. y con su propósito de propulsar la cultura, rendir pleitesía a los genios de la raza, divulgar las concepciones de los escritores españoles y facilitar la expansión de la lengua y del alma hispánicas, para enaltecer la patria y agrandar y fortificar sus prestigios insuperados.
Por todo ello, el ministro que suscribe tiene el honor de someter a V.M. el adjunto proyecto de Decreto.--Madrid, 6 de febrero de 1926. -- Señor: A.L.R.P. de V.M., Eduardo Aunós Pérez.
Real Decreto del Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria:
BOE: http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1926/040/A00707-00708.pdf
REAL DECRETO
A propuesta del ministro de Trabajo, Comercio e Industria, y de acuerdo con mi Consejo de Ministros, Vengo en decretar lo siguiente:
Artículo 1º El día 7 de octubre de todos los años se conmemorará la fecha del natalicio del príncipe de las letras españolas, Miguel de Cervantes Saavedra, celebrando una fiesta dedicada al libro español.
Artículo 2º En las reales academias y en los paraninfos de las universidades e institutos del reino se celebrarán en ese día sesiones solemnes dedicadas a ensalzar y divulgar el libro español, disertando, además de los académicos, catedráticos y personalidades científicas y literarias que cada corporación designe, un alumno de cada facultad.
Artículo 3º En todas las escuelas especiales del Estado, sin excepción alguna, incluso las militares y de la Armada, se celebrará sesión pública, dedicada al libro español y particularmente a conferencias sobre bibliografía de las especialidades correspondientes.
Artículo 4º En las escuelas nacionales, sin excepción, se dedicará el 7 de octubre de cada año una hora, por lo menos, a la explicación de la importancia del libro español y a la lectura, por los maestros o por los alumnos de fragmentos de obras que son gloria de nuestro idioma o que difunden el valor del libro como instrumento de cultura, civilización y riqueza nacional.
Artículo 5º Todos los establecimientos de enseñanza particular celebrarán el "Día del Libro" una fiesta adecuada al fin de la obra, dando cuenta de su actuación a las autoridades académicas correspondientes.
Artículo 6º En los cuarteles y en los buques y arsenales de la Armada se dedicará en dicha fiesta una hora, por lo menos, a la lectura de trozos escogidos de nuestra literatura en los que se enaltezca a la patria y al libro español.
Artículo 7º En los establecimientos de beneficencia se procurará celebrar la fiesta del libro o, cuando menos, repartir lectura entre las personas que en ellos se hallan acogidas; en la misma forma se celebrará la fiesta del libro en los establecimientos penitenciarios.
Artículo 8º Las bibliotecas oficiales y las de los centros e instituciones de enseñanza deberán dar ingreso en el "Día del Libro" a nuevos volúmenes que, al ser registrados en sus catálogos respectivos, figurarán como adquiridos en celebración de esta fiesta cultural.
Artículo 9º Las entidades y corporaciones que perciban subvención del Estado, de la provincia o del municipio, quedan obligadas a dedicar en la misma fecha un mínimo del uno por mil de esas subvenciones a la compra y reparto de libros.
Artículo 10 Anualmente, y en conmemoración de esta fiesta, deberán crear las diputaciones provinciales una biblioteca popular, por lo menos, en el territorio de su provincia respectiva.
Los ayuntamientos destinarán igualmente el "Día del Libro", una cantidad del medio al tres por mil, según el presupuesto y número de habitantes, fijándose la escala por real orden, a la creación de bibliotecas populares, o reparto de libros en sus establecimientos de enseñanza o de beneficencia y entra los niños pobres.
Artículo 11 El Comité y las Cámaras Oficiales del Libro procurarán recabar de autores, editores y libreros que establezcan un descuento especial en el precio de venta de los ejemplares que el público adquiera en el día señalado para la celebración de este festejo, debiendo recabar, asimismo, donativos de libros, folletos y periódicos con destino a hospitales, hospicios, colegios de huérfanos, centros de beneficencia, penales, etc., que se repartirán precisamente en ese día.
Artículo 12 Las Cámaras Oficiales del Libro de Madrid y Barcelona concederán el "Día del Libro" un premio de mil pesetas cada una al artículo periodístico que se publique en idioma español antes de la fecha del concurso y reúna, a juicio de ellas, mayores méritos como estímulo de amor al libro o como medio de difundir la cultura. Dichas Cámaras publicarán, con la necesaria antelación, bases o condiciones a que habrán de sujetarse los concursantes.
Artículo 14 Queda encargado de la ejecución de este real decreto el Comité Oficial del Libro y su Comisión Permanente, a los que se incorporará, a este fin, un representante especialmente designado por el ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Artículo 15 La primera fiesta del libro español se celebrará el día 7 de octubre de 1926.
Los jefes de departamentos y los servicios que afecta al presente real decreto, así como las diputaciones y los ayuntamientos, prevendrán todo lo necesario para que en los próximos presupuestos se tengan en cuenta las obligaciones que se derivan del cumplimiento de lo preceptuado a fin de que la primera fiesta anual del libro revista toda la brillantez que su importancia requiere.
Dado en Palacio a seis de febrero de mil novecientos veintiséis.-- El ministro de Trabajo, Comercio e Industria, Eduardo Aunós Pérez.
Casi medio siglo después, el decreto sigue vigente, sin otra modificación importante que la producida en 1930 (decreto de 7 de septiembre), por la que la fecha inicialmente fijada de 7 de octubre (dos días antes de la que ostenta la partida de bautismo de Cervantes) se traslada al 23 de abril, fecha fidedigna de su muerte. Esta razón de precisión histórica hace coincidir, en Barcelona, el Día del Libro con la celebración de San Jorge.
Al advertirlo don Gustavo Gili, hubo de replicarle Clavel. "No importa. Las rosas de San Jorge florecerán siempre. Lo que corremos riesgo de que se pierda es la memoria de Cervantes."
Los años transcurridos han hecho manifiesto el maridaje feliz de ambas memoraciones, en el calendario festival barcelonés. La ciudad de los Condes va, sin disputa, a la cabeza de la geografía peninsular en amplitud y arraigo popular del Día del Libro.
Mensaje de elogio y defensa de la lengua catalana que los escritores castellanos de Madrid han entregado al Presidente del Gobierno militar de España. 1924
Base documental d'Història Contemporània de Catalunya.
Restauració 2 (1898-1931) - Dictadura de Primo de Rivera (1923-1931)
Missatge d´elogi i defensa de la llengua catalana que els escriptors castellans de Madrid han lliurat el President del Govern militar d' Espanya el mes de març de 1924 i Lletra de gratitud dels escriptors de Catalunya tramesa el 7 d´abril del mateix any.
Font:
.SAINZ,Pedro (et al.):Missatge d´elogi i defensa de la llengua catalana que els escriptors castellans de Madrid han lliurat el President del Govern militar d' Espanya el mes de març de 1924 i Lletra de gratitud dels escriptors de Catalunya tramesa el 7 d´abril del mateix any.Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona.Fulls volanders, any 1924.
Comentari:
La persecució de la llengua catalana durant la Dictadura de Primo de Rivera va ser molt important, tot i el suport inicial de grups socials importants al cop d´estat de Primo de Rivera ( 13-IX-1923).
118 escriptors castellans sol.liciten al Directori Militar que es freni la persecució política contra la llengua catalana i es basen en motius lingüístics i d´aportació a la mateixa llengua castellana.
98 escriptors catalans varen agrair,en una altra carta, l´actitud de recolzament dels escriptors castellans.
Text:
EXCMO. SR. PRESIDENTE DEL DIRECTORIO MILITAR:
Los abajo firmantes, escritores en lengua castellana, que sentimos profundamente los merecimientos históricos de nuestro idioma y que apreciamos en todo su valor como insuperable vehículo para la difusión del pensamiento a través del mundo civilizado, nos dirigimos respetuosamente a V. E. para expresarle nuestro sentir con ocasión de las medidas de gobierno que por razones políticas se han tomado acerca del uso de la lengua catalana.
Es el idioma la expresión más íntima y característica de la espiritualidad de un pueblo, y nosotros, ante el temor de que esas disposiciones puedan haber herido la sensibilidad del pueblo catalán, creando para lo futuro un abismo de rencores imposible de salvar, queremos, con un gesto fraternal, ofrecer a los escritores de Cataluña la seguridad de nuestra admiración y de nuestro respeto para el idioma hermano.
El simple hecho biológico de la existencia de una lengua, obra admirable de la naturaleza y de la cultura humana, es algo siempre acreedor al respeto y a la simpatía de todos los espiritus cultivados.
Nosotros debemos, además, pensar que las glorias de Cataluña son glorias españolas, y que los títulos históricos más altos que podemos presentar para ser considerados como potencia mediterránea se los debemos, en gran parte, al pueblo catalán, que hizo de la Barcelona medieval un emporio de riqueza capaz de competir con las repúblicas italianas, que creó una cultura admirable, que supo dar leyes de mar y cuya lengua inmortal resonó entre el fragor de las batallas ante las ruinas sagradas del Partenón, y sirvió para que en ella hablara por vez primera la filosofia nacional por boca de Raimundo Lulio, y fuesen cantadas las efusiones misticas del amor humano en los versos imperecederos de Ausias March.
El renacer de las literaturas regionales, que se produce como una de las consecuencias de la ideologia romántica, hizo florecer en Cataluña una literatura a la que pertenecen autores como Verdaguer y Maragall, que son primeras figuras de la literatura española del siglo XIX.Y nosotros no podemos tampoco olvidar que de Cataluña hemos recibido altísimas pruebas de comprensión y cariño, hasta el punto de que un insigne patriota catalán, amante fervoroso de la tradición española, el gran Milá y Fontanals, abrió con llave de oro el obscuro arcano de las manifestaciones artísticas más genuinas y características del pueblo castellano.
Creemos cumplir un deber de patriotismo diciéndole a Cataluña que las glorias de su idioma viven perennes en la admiración de todos nosotros y que serán eternas mientras exista en España el culto del amor desinteresado a la belleza.
Madrid, marzo de 1924.
Pedro Sáinz, E. Gómez de Baquero, A. Bonilla San Martín, Gregorio Marañón. Angel Ossorio y Gallardo, Pedro Mata, Antonio Jaén, Tomás Borrás, Angel Herrera, Jaime Torrubiano Ripoll, R. Menéndez Pidal, Alvaro de Albornoz, Concha Espina, Augusto Barcia, V. García Martí, Conde de Vallellano, José Ortega y Gasset, Miguel Herrero, Luis de Zulueta, Domingo Barnés, Francisco Vighi, Pedro de Répide, León de las Casas, Joaquín Belda, José G. Alvarez Ude, Luis Giménez de Asúa, Luis Ruiz Contreras, Félix Lorenzo, Fabián Vidal , Gabriel Maura, Vicente Machimbarrena, Gregorio Martínez Sierra, Lorenzo Barrio y Morayta, Andrés González Blanco, José Toral, Luis Araujo Costa, Mercedes Gaibrois de Ballesteros, Fernando de los Ríos, Azorín, Manuel Pedroso, Luis Bello, José M.a Sacristán, Cristóbal de Castro, José Giral, Melchor Fernández Almagro, Ramón Gómez de Laserna, Manuel Bueno, Antonio Espina, Antonio Zozaya, F. García Lorca, F. Rivera Pastor, Alberto Insúa, Honorato Castro, Luis de Tapia, Luis Araquistain, Gustavo Pittaluga, E. Paúl Almarza, Juan de la Encina, José García Mercadal, Angel Lázaro, Bernardo Acha, Artemio Precioso, F. Escrivá, José Gutiérrez Solana, Jacinto Grau, Juan Pujol, José Ruiz Castillo, P. de Ciria Escalante, José Albiñana, Dr. García del Real, Gabriel Franco, Salvador Pascual, Eduardo Ortega Gasset, Carlos Pereira, Juan Guixé ,Leopoldo Bejarano, José Canalejas, Guillermo de la Torre, M García Cortés, Adolfo A. Buylla, P.A. Balbontín, Isaac del Vando-Villar, Cayetano Alcázar, Mauricio Paraísso, Rafael Urbano, Julio Cañada, Antonio Guisasola, Antonio Dubois, José Sánchez Rojas, José Antón, F. Madariaga, Luis de Hoyos Sáiz, Hipólito Jimneno, Luis G. Bilbao, Andrés Ovejero, Manuel Azaña, Claudio Sánchez Albornoz, Conde de las Navas, Luis Palomo, F. Arévalo Salto, Luis G. Urbina, Luis G. Andrade, F.de Bustamante, A. Pérez Serrano, Tommás Elorrieta, Manuel Hilario Ayuso, Eduardo Barriovero, Manuel Antón, J. Jordán de Urries, Juan Hurlado, Ramón Pérez de Ayala, J. Villalba, Alvaro Calvo, Marqués de Lozoya, Angel Torres de Alamo, Francisco de Viu, Luis Fernández Adravín y Alberto Marín Alcalde.
Lletra de gratitud dels escriptors de Catalunya tramesa el 7 d´abril del mateix any.
CASTELLANS AMICS:
Havem llegit el Missatge en elogi i defensa de la llengua catalana que haveu dirigit al President del Directori militar d´Espanya. L´elogi és complert. La defensa és oportuna i suficient; dins els moments actuals, ens basta. Els Generals del Directori, si són espanyols, dins l´ ampla accepció del mot, d´haver sentit una emoció profunda, llegint i pesant la vostra paraula assenyada, càlida i fecunda , sobretot quan els dieu han que és l'idioma l´expressió més íntima i característica de l'espiritualitat d'un poble, i que "vosaltres" davant la temor que aquestes disposicions - les preses pel Govern per raons polítiques sobre l´ús de la llengua catalana puguin haver ferit la sensibilitat del poble català, creant per a l'avenir un abisme de rancúnies impossible de salvar, voleu, amb un gest fraternal, oferir als escriptors de Catalunya la seguretat de la vostra admiració i del vostre respecte a l'idioma germà". Aquesta paraula vostra, precisa i entusiasta, ha d´haver colpit el cor i la intel.ligència dels generals del Directori. Homo sum, haurà pensat també cadascú d'ells, humani nihil a me alienum puto. I aquest sentiment i aquesta idea els decantarà a la benevolença, i adhuc a la justicia envers la llengua catalana; envers els que la parlen, l´escriuen, i l'estimen. No desesperem que sia aixi.
L´elogi de la llengua castellana no cal fer-lo aci. Vosaltres, en el bon Missatge, feu bella memòria de l´obra d´En Mila i Fontanals, dient d´ell "que va obrir amb clau d'or l´obscur arcà de les manifestacions artístiques més genuïnes i més característiques del poble castellà'´. En Mila i Fontanals simbolitza la participació dels catalans en la cultura castellana. I ha fet escola. Nosaltres, doncs, per fortuna de Castella, no havem de fer aci l'elogi i la defensa de la llengua vostra. Tothom l´elogia. Ningú no l´ataca.
Altrament, passi el que passi, castellans amics, tantes gràcies. La gratitud ha d' ésser virtut catalana. Ara que ens lleu, doncs, donem-ne exemple als nostres compatricis.
Tanmateix, un prec, castellans amics. Vosaltres, intel.lectuals de Castella, que il.lumineu l´esperit del vostre poble, digueu, si us plau, als governants espanyols, ja que els teniu ben a la vora, que a la fórmula política que ens apliquen ells : Sotmeteu-vos i us donarem ço que mereixeu oposem, els catalans, la fórmula : Siau justos amb nosaltres i serem amics .
Sia el bon Missatge la clau d'or que obri la capsa on és guardada la llibertat de la llengua catalana. Emperò la llibertat sencera, no amb capitis diminutio. A l'Escola, a la Universitat, als Tribunals, a tot arreu : la llibertat mateixa que teniu vosaltres per emprar la vostra llengua. Vindrà un temps que així serà. Vindrà d´en mica en mica o tot d´un cop. Ara com ara, tot est en mans del Directori.
SIA EL BON MISSATGE LA CLAU D'OR.
Que Déu hi faci més que nosaltres.
Castellans amics, adéu-siau.
Barcelona, 28 de març de 1924.
Angel Guimerà, Apeles Mestres, Santiago Rusiñol, Joaquim Ruyra, Víctor Català, Josep Pin y Soler, Joan Llongueras, Joan Garriga Massó, Pere Aldabert, Ignasi Iglesias, Joaquim Casas-Carbó, Alexandre Font, Josep M a Roca, Ernest Moliné y Brasés, Rosend Serra, Narcís Oller, Pere Corominas, Lluis Via, J. Cugat Figuerola, Feliu Elias (Apa),Francesch Matheu, Joan M.a Guasch, P. Palau G. de Quijano, Alexandre Cortada, Ignasi de L.. Ribera-Rovira, Regina Opisso de Llorens, Mossèn Anton Navarro, Joan Ruiz i Porta, Ramon Serra Toneu, Bonaventura Bassegoda, Llorenç Sampera, Prudenci Bertrana, Josep Elias i Juncosa, Pompeu Crehuet, Gabriel Alomar, Joaquim Cabot, Emili Junoy, Lluis Ferrer Bàrbara, Celestina Vigneaux de Corominas, Juan Barco, Narcisa Freixas, Joan Burgada i Julià, Joan G. Junceda, Josepa de Casagemas Vda. de Llopis, Salvador Armet Ricart, M. Font Torné, Miquel Duran i Tortajada, Llorenç Riber, Arthur Masriera, Amadeu Hurtado, Maria Domènech de Cañelles, Alfred Opisso, J. Oliver Bauzá, Alexandre Bulart i Rialp, Alfons Par, Lluis Masriera, M. Junyent, Francesc Pujols, Josep Roca y Roca, Oriol Martorell, Joaquim Rubió, Aureli Capmany, Julián Pérez Carrasco, Rafael Vehils, Francesca Bonnemaison Vda. de Verdaguer, M. C. Arrau, G. Miró, Salvador Albert, J Roig Raventós, Condesa de Castellà, Vicente Clavel, Mossèn Trens, J. Pich, P. Vila San Juan, Juan Antonio Pamias, Gonzalo de Reparaz, Josep Artís, Carles Pirozzini, Joan Anton Maragall, Jaume Barrera, prev., Pelegrí Casades y Gramatxes, David Ferrer, Leopold Jaumeandreu, Jaume Carner, M. Valls Ginesta, Maurici Serrahima, Emili Tintoré, Jaume Massó Torrents, Josep Alemany i Borràs, Eduard Toda, Vicens Artigas,Ramon Miquel i Planas, Joan Batlle, Alexandre Maristany, Gustau Gili i Carme Kahr.
Fotografías de Vicente Clavel Andrés.
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Vicente Clavel Andrés, 1958, Barcelona (Fotografía Familiar).
Vicente Clavel Andrés, 28 marzo de 1934 (Fotografía familiar)
Retrato de Vicente Clavel, ubicado en la Casa Valencia de Barcelona, calle Córcega 335, 08037 Barcelona.
Vicente Clavel, 10 de Abril de 1919 (Fotografía Familiar).